Nos encanta la comida asiática. Quien nos conoce ya lo sabe, que lo nuestro no es amor, es
obsesión. Vietnamita, japonesa, china, tailandesa... nos da igual: el caso es usar los palillos y que no falten nuestros ingredientes favoritos: tallarines, arroz, gambas, algas, jengibre, setas chinas, bambú...
Sin duda, la dieta de Extremo Oriente es una de las más sanas y completas del mundo. ¿Alguien ha visto alguna vez a un chino gordo? Vale, haberlos haylos, generalmente occidentalizados, pero es la excepción a la regla. ¿La razón? Su excelente alimentación rica en
verduras y hortalizas (con alto contenido en fibra, vitaminas, minerales...),
pescados y mariscos (ligeros y excelentes fuentes de proteínas), y
especias (sanísimos potenciadores de sabor). ¡El jengibre! Algún día María os contará los grandes beneficios del
jengibre... Pero, sobre todo, yo creo que la clave está en su manera de cocinar. Por ejemplo, los salteados en
wok permiten que los productos no se empapen en grasa, así como que el aceite y los alimentos se queden medio crudos (con lo que se conservan gran parte de sus propiedades nutritivas). También les encanta cocinar
al vapor. ¿Y qué me decís del
sushi? ¿Acaso hay algo más anti grasa?
Yo que soy anti hidratos de carbono (que no, que me encantan, que conste, pero sé que conforman el eje del mal, siempre lo he sabido), he de decir que, además, las fuentes de
carbohidratos de la cocina de Asia Oriental son bastante menos 'engordantes' que las occidentales. ¿O acaso la gastronomía ancestral asiática incluye en su mesa algunos demonios de la nuestra dieta como son las patatas o la repostería? El
arroz es bastante tolerable (según
Montignac, cuanto más salvaje -bashmati- e integral mejor), así como las
hortalizas. Según Montignac, lo más peligroso serían los
tallarines, sin embargo, él mismo admite que los espaguetis se pueden comer porque en su proceso de fabricación (pastificación, creo que lo llama) pierde parte de la glucemia mala que hace que la pasta nos engorde. Vamos, que si nos hacemos en casa unos espaguetis, pero cocinados al estilo chino, estaremos haciéndole un favor a nuestro flotador.