miércoles, abril 05, 2006

Vinagreta que te mueres


El otro día en el programa de José Andrés salío Pedro Subijana, dueño de Akelarre y mi cocinero vasco favorito. Hizo una vinagreta para acompañar de lo más tontita pero con una pinta que te mueres!!!

Necesitamos un bote de langostinos de Ibarra (guindillas de Ibarra -o piparras- en conserva). Por cierto, que están buenísimas y quedan fenomenal en un montón de platos: las frescas a la plancha con sal gorda o las de conserva para todo tipo de aperitivos, especialmente los que llevan anchoa...

Pues bien. Cogemos la mitad de las guindillas aproximadamente y las echamos en un tarro para batir con un chorro del propio vinagre de la conserva y un buen aceite de oliva. Lo batimos bien y lo colamos (para que quede una pasta más fina). Queda una emulsión de un precioso color verde chillón con una pinta de rechupete: ¡perfecto para pintarrajear los platos al más puro estilo modernito!

martes, abril 04, 2006

Cocina tontita para solteros


Ya he comentado muchas veces que el salmón es uno de mis pescados favoritos (hay un duelo de titanes con la dorada, la lubina y el pez espada). El otro día vino Meri a comer a mi casa y le hice un plato que yo creo que quedó bastante rico y que lo fui haciendo por el camino, echándole lo que me iba pidiendo. No soy muy fan de las recetas yo. Es mucho más divertido improvisar con lo que se tiene.

Pasta con salmón y queso azul

Pasta de colores (como 600 gramos o un poco más),
1 rodaja de salmón fresco,
unas gambas,
champiñón laminado de bote,
1 pedazo de queso azul,
especias (pimienta blanca, eneldo, perejil y ajo picado),
aceite de oliva,
sal.

Primero hice un poco de pasta. Yo no le echo nada más que sal y no la dejo al dente (soy vago hasta para masticar). Mientras, en una sartén hice una rodaja de salmón fresco a la plancha, con un poquito de eneldo. A medias de hacerse, la dejé reposar y enfriar, para después quitarle la piel y las espinas. En esa misma sartén hice un sofrito con cebolla, gambas y champiñones, al que finalmente incorporé los trocitos del salmón. Esto lo dejas que se haga bien, que aglutine los sabores y aromas, y le añades un poco de ajo y perejil picados, y pimienta blanca.

Y nada, en la misma olla donde hice la pasta, vuelves a volcarla una vez escurrida. Aún caliente, le vas echando trozos de queso azul, al gusto que tú quieras, y después añades la mezcla anterior del salmón, las gambas y los champis. Añade todo el queso que quieras hasta hacer una pasta jugosa, corrige de sal o especias, y nada... ¡a disfrutar!

Otro de mis imprescindibles es el aguacate. Cualquier ensalada con esta fruta troceadita se convierte en toda una fiesta. Mi amiga Patricia me enseñó una vez una forma de hacer guacamole menos fuerte y más consistente.

Guacamole de atún

Aguacates,
atún en aceite,
aceitunas,
mayonesa,
limón.

Sacas la carne del aguacate (asegúrate de que está bien maduro. Si no lo estuviera, puedes ponerlos en papel de periódico para acelerar el proceso). La espachurras con un tenedor y le añades el atún. Puedes dejar que caiga algo del aceite de las latas, aunque no es recomendable porque el aguacate ya tiene suficiente grasa. Mezcla todo bien y añade unas aceitunas picaditas. Para hacer la pasta más untuosa añade mayonesa al gusto. Y un chorrito de limón para darle un toque ácido y evitar que se oxide la mezcla. Si te parece demasiado soso (que puede ser), puedes incorporarle trocitos de cebolla y pimiento (rojo o verde) crudos. Este guacamole te lo puedes comer con nachos, pero está mucho más rico untado en tostadas calentitas.

Pues nada, ¡a disfrutar!