Remedios caseros

Definitivamente me aburro en el trabajo, así que os voy a martirizar con un nuevo post:

Se me ha ocurrido comentar todos las artimañas caseras (gastronómico-cosméticas) que he leído en estos largos años de asidua a las revistas femeninas:

• Uno de los más sorprendentes es la crema exfoliante: mezclas yogur con azúcar y un plátano machacado y ¡hale! a extendérselo por el cuerpo (hay que dejarlo actuar unos minutos para que el plátano suavice la piel).

• La cerveza es, además de todo lo dicho anteriormente, buenísima para el pelo. Le aporta cuerpo y brillo.

• Para el pelo, también, el vinagre. ¿Os acordáis cuando nos lo echaban las madres para quitarnos los piojos? ¿A que quedaba súper brillante?

• Si tienes el pelo muy muy seco, el aceite de oliva lo suavizará. Entre la botella de Koipe y el sérum antiencrespamiento no hay tanta diferencia, créeme.

• ¿Cera de acabado? ¿para qué? ¡para eso está el jabón Lagarto! Que, por otra parte, es el mejor para desinfectar heridas...

• Un mito no comprobado es echar un poco de coca-cola (hay otra versión con mercromina) en el bote de crema Nivea (la de la caja metálica azul). Por lo visto, como te untes eso, te pones negrísimo en un momento. (Claro que este remedio es una leyenda urbana de los 80s, de cuando no estábamos nada preocupados por protegernos la piel del sol). No lo recomiendo, conste.

• Mucho mejor es tomar bien de zanahorias en verano. Los betacarotrenos ayudan a coger (y mantener) el bronceado. ¡El zumo de naranja con zanahora está simplemente delicioso!

• Comer manzanas endurece las encías. Pero sin quitarle la piel, que es lo bueno.

• Para un granito traicionero: ponle un poco de pasta de dientes y verás cómo se seca.

• Y finalmente, el té verde, que astringe los poros de la piel. Moja un poquito en un disco desmaquillante y pásalo a toques por la piel.


Continuará...