jueves, septiembre 01, 2005

Orientalismos


Nos encanta la comida asiática. Quien nos conoce ya lo sabe, que lo nuestro no es amor, es obsesión. Vietnamita, japonesa, china, tailandesa... nos da igual: el caso es usar los palillos y que no falten nuestros ingredientes favoritos: tallarines, arroz, gambas, algas, jengibre, setas chinas, bambú...

Sin duda, la dieta de Extremo Oriente es una de las más sanas y completas del mundo. ¿Alguien ha visto alguna vez a un chino gordo? Vale, haberlos haylos, generalmente occidentalizados, pero es la excepción a la regla. ¿La razón? Su excelente alimentación rica en verduras y hortalizas (con alto contenido en fibra, vitaminas, minerales...), pescados y mariscos (ligeros y excelentes fuentes de proteínas), y especias (sanísimos potenciadores de sabor). ¡El jengibre! Algún día María os contará los grandes beneficios del jengibre... Pero, sobre todo, yo creo que la clave está en su manera de cocinar. Por ejemplo, los salteados en wok permiten que los productos no se empapen en grasa, así como que el aceite y los alimentos se queden medio crudos (con lo que se conservan gran parte de sus propiedades nutritivas). También les encanta cocinar al vapor. ¿Y qué me decís del sushi? ¿Acaso hay algo más anti grasa?

Yo que soy anti hidratos de carbono (que no, que me encantan, que conste, pero sé que conforman el eje del mal, siempre lo he sabido), he de decir que, además, las fuentes de carbohidratos de la cocina de Asia Oriental son bastante menos 'engordantes' que las occidentales. ¿O acaso la gastronomía ancestral asiática incluye en su mesa algunos demonios de la nuestra dieta como son las patatas o la repostería? El arroz es bastante tolerable (según Montignac, cuanto más salvaje -bashmati- e integral mejor), así como las hortalizas. Según Montignac, lo más peligroso serían los tallarines, sin embargo, él mismo admite que los espaguetis se pueden comer porque en su proceso de fabricación (pastificación, creo que lo llama) pierde parte de la glucemia mala que hace que la pasta nos engorde. Vamos, que si nos hacemos en casa unos espaguetis, pero cocinados al estilo chino, estaremos haciéndole un favor a nuestro flotador.

4 Comments:

Blogger tintaplana said...

Ya estabas tardando en hacer el post de Orientalismos!!

Me he adelantado... por muy poquito!!

11:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

madre mía...vale... lo leo...
un besazoooooooooooo (hola maría, me presento, otro pa ti)

3:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No se si llamarlo exactamente repostería, pero si quereis comer algo sutil y delicioso tomad el pastel de arroz del restaurante Ginza, en la plaza de las cortes, Madrid

9:37 p. m.  
Blogger Mario said...

Gracias por el apunte Sra. Ash! Haremos una próxima incursión en el Ginza. Muchas gracias!

8:23 a. m.  

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