lunes, junio 26, 2006

Bares: la arrocería de la calle Segovia

Hace tiempo que no recomendamos ningún bar... no es que los hayamos dejado, qué va! es sólo que con el cambio de hogar y demás estamos aún investigando la nueva zona.

Uno de los primeros que descubrimos nada más mudarnos (juraría que el mismo día de la mudanza nos recompensamos el esfuerzo con una cañita brava allí), fue la arrocería de la calle Segovia, que ni sabemos cómo se llama (está a la altura del número 11), pero que nos encanta.

Está entre el Viaducto y Puerta Cerrada, subiendo por la cuesta en el lado derecho. Pues bien, tiene una terracita donde sirven comidas (arroces) y que suele estar llena de guiris. Vale, eso echa para atrás. Pero resulta que si entras dentro tienen una barra muy maja con un camarero más majo aún: Antonio.

Obviamente, es un sitio familiar (el parecido entre los camareros es asombroso, una mezcla entre Pepe Viyuela y Javier Cámara en Torrente). Y parece pequeño, pero no lo es: en la trasera tiene varios salones muy grandes que deben ser ocupados hordas de guiris y/o -esto lo hemos comprobado- despedidas de solteros.

Pero ojo, no hay que asustarse. El bar, al menos la barra, está fenomenal. Vamos a lo que nos interesa: la caña y la tapa. Siempre -repito, siempre- ponen tapa. Y normalmente en este orden:

• 1ª ronda: chorizo y morcilla de calabaza, una rodaja con pan de cada una para cada comensal.
• 2ª: Jamón, con un chorrete de aceite y a veces alguna especia. El de ayer, de Guijuelo, estaba espectacular.
• 3ª: Cabrales. Esto puede echar pa atrás a más de uno, pero si te gusta, lo disfrutas que no veas. Además, siempre hay alguien que lo dona. ;D
• 4ª: Croquetas. En esta ronda puede haber mosqueo, porque tarda en salir. Pero Antonio siempre avisa "no os preocupéis, estoy calentando la tapa". Es más, creo que las fríen en el momento.
• 5ª: Si llegamos a esta ronda hay premio especial, ¡porque normalmente invita la casa!

A parte, si tenemos más hambre, ponen unas estupendas tostas bien cargaditas... El restaurante no lo hemos probado, pero seguro que no defrauda... Vamos, un lugar totalmente recomendable. Sin los agobios propios de la Latina y con un trato excepcional. Todavía no hemos encontrado uno mejor.

PD: Antonio me conquistó el primer día cuando, ya con la segunda ronda, me puso una servilletita doblada bajo la caña a modo de posavasos, tal y como hago yo siempre.
¡Dios, cómo se fija este hombre! ¡qué arte!

viernes, junio 16, 2006

Experimentos gastronómicos

Tan sólo es una curiosidad. El otro día en una fiesta, comentando lo del mito de la aspirina con coca-cola alguien sacó el tema de la coca-cola light con Mentos. Aseguraba que echando un Mentos en la botella de coca-cola, ésta salía cual geiser hasta una altura sorprendente. Vale, pues por lo visto es verdad, y aquí está la prueba.

¡Dios mío, cuántas veces habré hecho el experimento en mi estómago!



Gracias, Gonzolog.

lunes, junio 05, 2006

La famosa salsa Guarripeich

La famosísima salsa Guarripeich, creación de mi madre (o eso creo, si alguien la conocía, que me corrija) es ideal para las fiestas informales. De sabor fuerte, combina a la perfección con nachos y todo tipo de patateo. O, en versión light, también es estupenda para mojar zanahorias.

Ingredientes:
• Philadelphia (podemos usar el light)
• Mayonesa (o Ligeresa)
• Cebolla
• Mostaza (queda mejor la mala, en plan Chovi o así; la de Dijon es demasiado fuerte)

Preparación:
Mezclamos en un bol la cantidad que queramos de Philadelphia y mayonesa, a partes iguales. Le echamos un chorrete de mostaza (esto va al gusto: recomiendo echar poquito al principio e ir añadiendo según veamos). Picamos la cebolla en trocitos pequeños. La añadimos al bol y mezclamos todo bien.

Es una tontería de salsa como una casa, pero queda buenísima, de verdad.