lunes, agosto 29, 2005

Los beneficios de la cerveza


Esta es una entrada un poco para ganar adeptos, que los comienzos siempre son difíciles. Sólo vamos a hablar de lo buenísima que es la cerveza para nuestro organismo.

Y es que sí, de verdad, la cerveza es buenísima se mire por donde se mire. Es a todas luces la mejor bebida que podemos pedir (en cuanto a sano me refiero) cuando nos vamos a tomar el aperitivo.

Es tremendamete diurética. Apenas tiene alcohol. Tiene muchísimas cosas estupendas para el cuerpo, como:

Alcohol etílico: que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares (en cantidades moderadas, se entiende).
Folatos: asociados a la reducción del riesgo a sufrir anemia (como si eso, con las tapas que nos pimplamos, fuera posible).
Polifenoles: antioxidantes naturales.
Fibra Soluble: que viene muy bien para tú sabes qué, Coronado.
Vitaminas: riboflavina (B2), que facilita la digestión, piridoxina (B6), niacina, folatos y ácido fólico, y tianina (B1), que actúa sobre el metabolismo de los glúcidos.

Y lo que es mas importante, no engorda.

Aceptémoslo, lo que engorda de irse de cañas son las tapas, que todos somos incapaces de rechazar. Beberse una cerveza (o las que hagan falta!) es bastante mejor que pedirse, por ejemplo, una coca cola. La coca cola normal tiene muchísimo azúcar. Y la light fenilalanina, que es, hablando llanamente, el demonio de los edulcorantes (al que estamos absolutamente enganchados, de ahí nuestros estreñismos crónicos).

Bueno, que me voy. Pues eso. Y ya, el colmo de lo superbueno, es la cerveza sin alcohol, que como todo el mundo sabe sí lleva alcohol pero en pequeñísimas cantidades. A las 0,0, directamente, no las considero cerveza, son una auténtica porquería. Beban Laiker, que está mucho más buena que muchas cervezas enteras (léase Alhambra y Cruzcampo, las campeonas de lo peor). Además, la cerveza sin alcohol está requeteadmitida en muchos regímenes... E incluso hay quien la recomienda para los embarazos por aquello del ácido fólico. Que no tiene nada malo, vamos.

Jozú, que bien me sentó la caña con la caló que facía en Cordobas, oyes.

Superfans de Montignac

Que sí, que sí. Que lo han puesto verde, que no le toman en serio, que dicen que su método tiene efectos secundarios... que han dicho de todo sobre él, pero, sin embargo, el sistema de Michel Montignac funciona y sigue vendiendo libros como churros desde que en 1987 publicase ¿Cómo adelgazar en comidas de negocios?

¿El secreto? Plantarle cara a los hidratos de carbono, esos nutrientes básicos para la vida, pero no prioritarios. Aunque los americanos se empeñen en hacernos ver en sus pirámides alimenticias -que nosotros exportamos a pies juntillas- que los carbohidratos son la base indiscutible de una buena alimentación, algunos expertos consideran que eso es cierto pero con puntualizaciones.

Por ejemplo, Montignac se declara enemigo acérrimo de tres grandes pilares de nuestra dieta: el azúcar, las harinas refinadas y la patata. Y gran parte de los casos de obesidad se deben a un exceso de consumo de estos alimentos. Por supuesto, su método es mucho más complejo que eso.

Considera que las calorías no son la pieza clave para adelgazar. Vamos, que no hay que comer menos, sino diferente. Y para explicarlo se fundamenta en la capacidad de nuestro páncreas a la hora de procesar los glúcidos. Hay algunos alimentos que se procesan mejor y otros peor (los mide por un índice glucémico). Y en la panda de los malos más malos están el azúcar y los dulces, el pan blanco y la patata. Y si no, prueba a eliminarlos de tu dieta y mira a ver si lo nota la báscula. Generalmente se nota y mucho.

Para comer mejor Montignac reivindica la alimentación tradicional y las antiguas costumbres: las harinas y pastas integrales, los lácteos, las verduras y las frutas, la carne y el pescado, comer patata cocida con piel... en fin, todo esto es muy complejo, pero más o menos es eso lo que dice, y te ofrece trucos bastante válidos que ayudan a quitarte los kilos de más. ¡Pero sin obsesionarte!

Por si fuera poco, este francés que nos encanta nos dice qué tenemos que hacer ante tentaciones como las tapas. ¿Sabéis cuál es el mejor aperitivo según Montignac? Un buen vino o una copa de champán, acompañado de jamón curado o un poco de excelente queso. ¡Porque asegura que apenas engorda!

¡Este tío es un genio!

viernes, agosto 26, 2005

Meloco

Al hilo del tema de la fruta, y aún arriesgándonos a que el Ministerio nos cierre el blog, comentar una de las dietas más efectivas y absurdas de las que hemos probado.

Se trata del régimen del melocopollo que, aunque nada recomendable (deberíamos abrir una sección de "no lo haga usted en casa, ya lo hemos probado") resulta muy efectivo de cara a algún evento al que tengamos que ir delgadísimos (léase bodas y demás).

Es muy simple: 1 melocotón para desayunar, 1 para merendar. En la comida y la cena, 2 melocotones y un filete de pollo a la plancha. Y ya está. Se puede hacer, como mucho muchísimo, hasta 5 días. Los resultados se notan al segundo.

Ventajas: se supone que se hace con melocotón en almíbar, que sí, está muy rico (¡ojo!, no vale beberse todo el almíbar y luego decir quer no se adelgaza..!). El pollo puede variarse siempre que no se cocine con grasa y se quite la piel. Aunque parezca increíble, no se pasa mucho hambre.

Desventajas: seguramente es lo menos saludable del mundo. Tampoco es que la combinación de elementos sea muy científica. Por otra parte, acabas del melocotón en almíbar hasta el gorro (apuesto lo que sea a que nadie aguanta más de 5 tomas de melocotón en almíbar. Sustituyéndolo por el normal, el régimen se lleva tan pichi, oyes!). Otra desventaja es la aversión posterior al pollo y melocotón que te impide comerlos en varios meses. Y por supuesto, el efecto rebote, que puede empezar, a lo grande, el mismo día del evento en cuestión.

Resumiendo: lo más gracioso de esta dieta es ir diciéndole a todo el mundo que estás haciendo "el melocopollo"... y abandonar dos días antes de lo previsto. Adelgazar se adelgaza, lo que anima mucho para seguir... pero con una dieta más saludable. Una alternativa perfecta al biomanán.

Sin duda, el mejor aliado para adelgazar es la fruta. No sólo es una excelente fuente de vitaminas y minerales, sino que además es un tentempié estupendo para evitar picar entre horas. Pero no nos engañemos. La fruta no llena. Eso es una super patraña. Te comes un melocotón a media mañana y te quedas igual que estabas... o peor: te abre el apetito. Sin embargo, hay algunas variedades que sí que son efectivas para almorzar algo o merendar. Por ejemplo, ahora en verano, la sandía o el melón... aunque cuidado con el melón que tiene bastante azúcar...

Pero de todas todas, la fruta más adelgazante es la piña. Es supersaciante porque tiene mucha agua (un 85% de su composición) y fibra, que además viene fenomenal para los que no vayan mucho al servicio. También es depurativa... ¡Una joya, vamos! No le gusta a todo el mundo, porque tiene un sabor muy particular, pero merece la pena darle una oportunidad, sobre todo teniendo en cuenta que tiene mucha vitamina C y es muy digestiva. Está deliciosa fría y fresca (nada de conservas).

A mí me vino fenomenal para bajar peso cuando lo necesité. Sólo tiene una pega... por lo menos para mí: que puede producir algo de acidez. Y que lo poco gusta, pero que lo mucho cansa, y en el caso de la piña, si la tomas muy frecuentemente, acabas hasta las narices de piña. ¡En fin, una piña al año no hace daño!

Me siento como la Roselló en Saber Vivir. ¡Esto me gusta!

Entrantes

Volver a escribir un blog. Es algo que no me planteaba y que ni, remotamente, me apetecía. Pero vuelvo (volvemos) por dos motivos:

1. Estamos completamente rallados con la comida, la gastronomía y las dietas. Y necesitamos canalizar nuestras experiencias a través de un medio. ¿El mejor? Éste, sin duda.

2. Nos aburrimos en nuestros trabajos. Somos tan eficientes que finalizamos nuestras tareas en un tercio del horario laboral: o sea, en algo menos de tres horas tenemos finiquitado todo el jaleo diario.

No sabemos cómo va a salir esto, ni si lo leerá alguien, si será interesante o no. Pero, al menos, nosotros nos divertiremos. El título es un poco lo peor, lo sabemos, pero con él queremos que os hagáis una idea de lo que va. Son nuestras idas de olla respecto a comer y no comer, a engordar y adelgazar, sobre nuestros platos, recetas y restaurantes... O sea, nada más lejos de hacer algo informativo, riguroso, enteradillo. ¡Que quede claro!

A mí, personalmente, se me ocurren muchas cosas de las que escribir en este blog dietético-culinario que nos hemos montado y me hace mucha ilusión.

Pues nada, esto es todo de momento.

Buen provecho!!