viernes, octubre 28, 2005

Dieta metabólica

Si este blog se llama Se nos va la olla, es por algo. Y con las dietas pasa un poco eso, que se nos va la olla a todos, no sólo a los autores de esta bitácora dietético-gastronómica. Desde que la delgadez se convirtió en una obsesión en la mayoría de los países desarrollados, no han dejado de surgir sistemas para perder peso, algunos más fiables que otros. Por ejemplo, hace 40 años las americanas se volvían locas con el sistema Weight Watchers, y hace 20, con los regímenes disociados. Pronto se popularizarían el método de Montignac y el de Atkins, ambos muy controvertidos para los especialistas en nutrición. Incluso hemos oído hablar de la más que sospechosa dieta de los grupos sanguíneos.

La última adquisición a esta lista (que seguro que se me ha quedado cortísima) es la dieta metabólica, la respuesta que muchos y muchas estaban esperando para sus problemas de sobrepeso, ya que ofrece una justificación 'científica' (o pseudocientífica, que yo no sé si es para tanto) a aquellas personas que dicen cosas del tipo: "yo creo que a mí la lechuga me engorda". Y es cierto que hay gente que sigue todo tipo de sistemas para bajar de talla y no lo consigue, a pesar de morirse de hambre. Puede ser, por tanto, que para muchos sea un feliz descubrimiento.

La editorial RBA ha publicado recientemente 'La dieta metabólica', un trabajo de William Wolcott y Trish Fahey que asegura que las dietas no funcionan igual con todo el mundo porque cada persona tenemos un metabolismo diferente. Según ellos, el mismo alimento hace que unos se mantegan en su peso o adelgacen, y que otros engorden o incluso que sufran problemas de salud.

Yo, personalmente, no he podido echar un ojo al libro en cuestión, así que no sé cómo estará. En sus páginas, dicen, podremos encontrar algunos cuestionarios que nos indican cuál es nuestro tipo de metabolismo, la dieta que más se adapta a nuestras necesidades y los alimentos que más nos convienen. Y sólo cuesta 20 eurillos, que no está nada mal. Ahí queda eso: igual se pone de moda. De momento, no hay muchas entradas en Internet sobre este tema, aunque sí muchas páginas italianas que no sé traducir y algunas entradas relacionadas con el culturismo (?). Se agradecería información al respecto.

Pero vamos, que digo yo que, por muy diferentes que tengamos todos los metabolismos, un bollycao engorda y punto pelota.

¿Sí o sí?

jueves, octubre 27, 2005

Tortilla para patosos

Otra receta más de mis tías (y eso que todavía no hemos empezado con la thermomix!): la tortilla de patatas con patatas de bolsa.

Imaginemos. Tenemos una fiesta informal y todo el mundo decide llevar algo... "sí, preparamos algo facilito... yo llevo la tortilla de patatas!...". Pero ¿¿cómo?? ¡La tortilla de patatas no es nada fácil de hacer! y bastante coñazo, por cierto. Hay que andar pelando las patatas, friéndolas... limpiando la cocina porque se queda hecha un asco... en fin... muy mal.

Pero hay una solución muy fácil y muy rica que me enseñó mi tía Miru: usar patatas fritas de bolsa. Pillas una bolsa de patatas chips, las dejas remojar un rato en leche para que se queden blanditas y, cuando creas oportuno, las escurres y las echas al huevo batido...

Queda igual de rica (o más) que la de verdad y te ahorras unos cuantos pasos...

martes, octubre 25, 2005

Truco muy chulo


Ayer estuve malita en casa y me tragué a todos los cocineros de la tele (¡¡que pesaus, cuántos hay!!). Y del de la tarde de la 1 (sí, ese para el q todo es muy chulo, desde una salsa a un mortero) saqué un truqui del almendruqui para comer menos y gastar más ;-P

Se trata de agenciarse con un sifón de esos muy chulos que venden en las tiendas guais de útiles de cocina, esos que llevan unas cargas de nitrógeno líquido que se van gastando y que hay que reponer.

Con helado derretido llenas el sifón y sirves: como el helado se mezcla con el gas, te queda una mousse-espuma fría muy chula y con mucha menos cantidad de helado: o sea, que encima engorda mucho menos... ¡Habrá que probar!

viernes, octubre 21, 2005

Al rico emparedado

Hace siglos que no escribimos nada. En fin, estamos muy ocupados últimamente. La vida social, la fulgurante carrera profesional, las numerosas actividades extraescolares... todo son impedimentos para que no podamos actualizar. Que no, que no, que no tenemos tiempo. Pero hoy no he podido evitar meter una breve entrada nueva para recomendaros esta página, de la que me he enterado vía Directo al Paladar.

¿Quién no ha cenado (¡y comido!) más de una vez de sándwich por falta de tiempo o ganas para prepararse algo más contundente? Para los aficionados al arte de rellenar rebanadas de pan de molde con sabrosas combinaciones ha nacido Sandwich Project. Objetivo: crear una gran base de datos de sándwiches a partir de las recetas que comparten los propios internautas. ¡Y ya llevan la friolera de más de 2.200!

Puedes encontrar tus combinaciones favoritas gracias a un buscador de ingredientes y, lo más importante, confesar tu propia debilidad sandwichera por muy rocambolesca que sea. Por cierto, por exceso de spam, de momento no se pueden añadir nuevas recetas (¡mierda!).

Esperemos que lo arreglen pronto porque yo estoy deseando confesar abiertamente las guarradas que hago con la mayonesa (en los sándwiches, malpensados).